Etapa 4: Brusbüttel-Breiholz

Tras la tarde noche de lluvia, la mañana amanecía perfecta. Sol, brisa, la mañana perfecta. Salimos, como siempre a eso de las once. Hoy cambiamos de aire y de dirección. Terminamos con el Elba, dirección noroeste y empezamos con el Nord Ostsee Kanal, el canal que une el Atlántico norte con el Báltico, tomando dirección noreste.
A la salida, como siempre, toca buscar la ruta, rodando como 5-7km de más, los llamados kms perdidos... La etapa de hoy nos deparaba alguna que otra sorpresa no muy grata, al menos para mi. Justo al coger el canal, la primera. El piso es tan agradable para ellos como horrible para mi. Me explico; la ruta va pegada al mismo canal. Esto la hace fresca y muy agradable. El piso es bueno, muy bueno y llevamos el viento de cola, así que pinta muy bien. Pero claro, y he aquí la cuestión, resulta que en lugar de ser una carretera o carril bici o camino, son dos carriles de cemento en muy buen estado, lo suficientemente anchos como para que ruede una bici, dejando en el centro un gran surco de hierba entre carril y carril. Esto, teniendo en cuenta que arrastro el croozer, y que la su anchura de eje es superior a la del carril, hace que tenga que llevar, de forma permanente, una, o las dos ruedas fuera del carril, sobre la hierba. Alguna vez habéis montado en bici sobre la hierba? y con 20-22kg de alforjas y 25-30 kg de croozer y niño? Pues eso. Ha sido horrible. En especial los primeros km.

Total, no queda otra. Toca ponerse el mono de trabajo y meter riñones.  El desgaste físico es alto, pero lo pero es el desgaste psicológico. Ver que vas haciendo un esfuerzo alto y tan solo poder rodar a 12-13 km/h es demoledor. El sobre esfuerzo físico es mío, pero el mental es de todos. Yo creo que esta gente, han visto el percal y estaban esperando a ver por donde estallaba.
Bien, así las cosas, no queda más que mentalizarse, ya que probablemente este suelo seguirá así la mayor parte del canal, tres etapas, unos 150 km. Pero el día tenia mas sorpresas.

Después de unos 20 km, llegamos a un biergarten y decidimos parar a comer. Cuando estoy sacando las cosas del peque del croozer,  me doy cuenta de que el magnifico sistema de amortiguación instalado empieza a fallar. Unos de los pulpos está casi roto por desgaste y el otro probablemente le seguiría. Menos mal que está aquí Topaco, que se le ocurre una muy buena solución; hacer un nudo salvando la parte rota. Hacemos lo mismo en el otro lado para igualar la longitud e instalamos el apaño junto con los otros dos de repuesto. Solucionado. Ahora en ruta, solo queda hacer algunos ajustes...
Acabamos la comida y vuelta al calvario. Aún nos quedan unos km, hasta llegar a 48. Un esfuerzo más por esa tortura de suelo y listo. Estábamos en el camping de Breiholz, eso si, tras algunas confusiones...

Mañana más...