...me sorprendo mirándote y se me escapa el nombre de tu hermano. Entonces despiertas y te veo, Dani, mi Bebé. Pensaba que iba a ser imposible quererte tanto como a Jose. Me odiaba por sentir eso. Me preocupaba. Entonces llegaste y comprendí que la capacidad de amar del ser humano es infinita..
En el momento en el que escribo esta entrada tienes 6 meses y pico, acaba de nacer tu prima Lalailla y Mario está en camino. No podemos estar más felices. Tendrás una infancia maravillosa en compañía de tus primos y sobretodo de tu hermano. Él está loco por ti. Dice que habla contigo y que te entiende. Sólo él te entiende. Ya tenéis vuestro código, ya estáis conectados. Cuando lo ves te cambia la cara.
Eres un Bebé precioso, expresivo, simpático, sociable. Te ríes por cualquier cosa y tienes una sonrisa para todo el mundo. Ojos grandes y profundos, con esa mirada "maliciosa" que tanto dice y enamora. Ya casi te sientas solo. Eres curioso y todo va a la boca.
Pero ahora quiero contarte algo; quiero contarte cómo viniste al mundo. Quiero contarte cómo fue el día que llegaste a nuestras vidas.
Era Otoño del 17. El año se iba con un clima alterado, no muy habitual y la política tampoco estaba en su mejor momento. Sin embargo nada de eso importa cuando esperas el mejor regalo que una familia puede recibir; el nacimiento de un nuevo miembro.
Mamá estaba ya cumplida y muy cansada. Los médicos habían puesto fecha tope para provocar el parto si no nacías. No hizo falta. No recuerdo con quien cenamos esa noche ni que hacíamos las horas previas. los recuerdos están borrosos. Pero jamás olvidaré el momento en el que Mamá saltó del sofá y corrió al baño. Eran las 00:55 y había roto aguas. Tu hermano dormía, al día siguiente tenía cole así que llamamos a los tíos para que vinieran a ocuparse de él mientras preparábamos todo. Nos íbamos al hospital. En apenas 15´ estábamos en la sala de espera. Pronto nos llamaron para explorar a Mamá. Era inminente. Estabas preparado. Directos a dilatación a prepararnos para el parto. No dio tiempo a nada. No habían pasado ni 3 horas y ya estabas aquí. Sin epidural, sin ayudas, sólo con la fuerza de Mamá... Es muy dura, muy fuerte, es única... Ya estabas con nosotros.
No recuerdo los detalles. Lo importante era que ya estabas aquí. Fue el momento en el que te ví salir y te pusieron sobre la barriga de tu madre cuando comprendí que todos mis temores no eran más que tonterías... No habíamos avisado a nadie mas así que enviamos una foto a todos. Una foto tuya en la que se leía: "os presento a Daniel". Eran las 03:05 del 11 de Noviembre del año 2017.
No tardaron en contestarnos. Dormían con un ojo abierto sabiendo que no tardarías. Ahora tocaba descansar, comer y conocernos... Tenías pelo, mucho, teniendo en cuenta que estábamos acostumbrados a nada... Ahora mismo eres otro calvorotas y aunque tu pelillo es algo más oscuro, parece que también serás rubio. El tiempo lo dirá.
Ahora quiero hablarte de tu familia. No diré mucho, los irás conociendo poco a poco y te harás una imagen de cada uno... Todos te quieren con locura, igual que a tu hermano. Tienes a tus tíos Lalá y Paco, José y Ade, y Celia y Héctor, a los que vemos menos de lo que nos gustaría, ya que viven en París, Francia. Tuvieron que emprender aventura allí, pero siempre podrás contar con ellos. Tienes también a tus primos Claudia, Lalailla y Mario, con los que seguro que te llevarás genial y tienes a Javier, por supuesto, que aunque en realidad no es familia, bueno, si que lo es, es tu primo, ya lo entenderás... Es hijo de Ramón y Graci, y también están Alejandro y Jorge, los hijos de Merce y Pepe. Ellos están en Málaga. Y no me voy a olvidar de Marcos, mi ahijado y Bruno, su hermano, hijos de Antonio y Susana, que viven en Majadahonda, Madrid. Y vuestras "otras tías", Pili y Caro, que siempre, siempre, siempre están ahí cuando las necesitamos... A todos conocerás y a todos querrás... Mención aparte merecen tus abuelos. Aquellos a los que debes escuchar siempre, siempre, siempre, porque más sabe el diablo por viejo que por diablo...
Pero hay alguien que no está entre nosotros. Al poco de nacer tú, nos dejó. Hay quien dirá que está en el cielo esperándonos, mirándonos y escuchándonos. Yo no se dónde está, pero mientras lo recordemos seguirá con nosotros. Te contaremos quien fué, y terminarás conociéndolo. Era tu abuelo Pepe, el Papá de Mamá. Y siempre lo llevaremos con nosotros.
Te esperan mil aventuras. Conocerás gente de todo tipo, condición y creencias. Muchos países diferentes, lugares. Iremos a la montaña, al mar... Dormirás bajo las estrellas, en tienda de campaña, caravana, furgo, de hecho ya lo has hecho. Tienes ocho meses y acabas de volver de Suiza, Alemania y Francia... Con nuestras bicis, claro. Como ves, esta entrada es un desastre. Me está llevando meses escribirla...
En la vida, te encontrarás con todo tipo de personas. Cada una de ellas de diferentes creencias, religiones, países, teorías de la vida o simplemente formas de verla. Escuchalos a todos, toma de cada uno lo que más te interese y nunca, nunca, nunca, juzgues a nadie... pero se siempre crítico. No cierres tus odios y abre bien tus ojos. Nadie tiene razón y a la vez todos tienen su parte. Que todo lo que hagas sea para ser mejor persona. Sé mejor cada día, si no, habremos fracasado como padres...
Nunca olvides que pase lo que pase, estéis donde estéis, siempre tendréis un lugar al que regresar; os esperaremos siempre...