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lunes, 8 de agosto de 2016

Etapa 5: Gien-Sully sur Loire

     A veces es necesario parar un día, una tarde, y descansar, disfrutar de un buen baño en la piscina con tu hijo y tu mujer, pasear por el pueblo, cenar por ahí... Ayer fue día de eso, llegamos a un camping que no teníamos previsto, nos gusto y nos quedamos. Comimos allí mismo y tarde libre...

     Esta mañana ha amanecido encapotado. Hemos hecho las alforjas y hemos tirado. La ruta la teníamos en la misma puerta. Hacia fresquete, al contrario que ayer, que hizo un calor más propio de nuestra tierra... Como siempre por aquí, viento de cara, no muy fuerte, pero lo justo para ralentizarnos. Paisaje magnífico. Suelo perfecto. De lujo. Al poco de salir, parada para intentar comprar algo que echarnos a la boca. Imposible. Lunes, todo cerrado. Pues continuamos y en un rinconcito chulo paramos. Por delante tenemos una decisión. En el próximo pueblo debemos elegir entre seguir la ruta señalizada dando un rodeo importante y con cuestas o coger una carretera con tráfico, la d951 y acortar y quitarnos las cuestas. Llevo unos 50-60 kg así que eso ha podido. Hemos tomado la carretera pensando que al ser lunes con todo cerrado y agosto vacaciones quizá habría poco tráfico. Y así ha sido. Poco tráfico. Los hemos hecho rápido y atentos a la señalización que nos devolvería a la ruta. Y antes de darnos cuenta estábamos de vuelta.


     En un par de patadas, ya divisábamos a lo lejos nuestro destino de ayer, que es al final el de hoy; Sully sur Loire, con su magnífico castillo. Un inciso: en la corta etapa de ayer, mi queridísima y ajada banderilla de AFP, la que llevo sobre el Croozer, desaparecio, probablemente en algún árbol. Jose se agarró un cabreo importante. Total, que llegamos a ese enorme y majestuoso castillo y nos volvemos a encontrar con una de tantas familias que vemos en ruta y en los camping, en particular una que creo que h más coincidido en todos los lugares. Nos saludamos amigablemente sin parar y al darme la vuelta para ver dónde andaba Ana, veo que la llevan ellos!!!   Nos acercamos y les explicamos que era nuestra y que la habíamos perdido. Rápidamente nos s cuentan que estaba en un árbol y que por eso la cogieron. Tratan de devolvérnosla, pero Ana les dice que no, que mejor la cambiamos por la suya y rápidamente, uno de sus pequeños ha cogido un rotulador y le ha pintado una calavera, un barco y su nombre. Jose, por supuesto, quería la nuestra y estaba cabreado sin querer salir del croozer y al verlo, pero l hijo, ha cogido que n juguete suyo y se lo ha regalado a Jose... Mañana van a Orleans, como nosotros, así que intentaremos verlos de nuevo e inmortalizar el intercambio. Así que sí, una bandera de AFP se quedará aquí en Francia...



     Tras ver el castillo, nos despedimos de nuestros amigos y continuamos hacia el camping. Nuevamente está en ruta, junto al río y tiene parques y piscinas. Todo está resultando muy fácil y agradable en esta ciclo-aventura y eso, se agradece, es una tranquilidad...



     Mañana tendremos una etapa más dura, casi 50 km, hasta Orleans. A ver si podemos con ellos, estamos cansaillos...



Hasta la próxima!!!







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